VINO, MUJERES Y CANCIONES

Artículo que realicé para MUSICOMANÍA - Boletín informativo de la Banda de la Escuela de Música de Bullas - y que aparece en el Nº 34 (del 29 de Junio al 19 de Julio de 2005)

El vino ha sido fuente de inspiración en la creación de numerosas obras musicales. No olvidemos el mito de Dioniso, el dios de la embriaguez, el cual está relacionado con el origen de la música y de algunos instrumentos musicales. Podemos citar por ejemplo: Carmina Burana, donde hay una canción que se titula “Cuando estamos en la taberna” que es una verdadera exaltación a la bebida. La ópera Carmen cuyo Segundo Acto también se desarrolla en una taberna. La ópera Marina cuyo Tercer Acto se inicia precisamente con el famosísimo brindis donde el coro canta: “A beber, a beber y a gozar...”; Y no digamos nada del famoso brindis de la ópera La Traviatta. En algunas ocasiones basta con leer el título para hacernos una idea: La Tabernera del Puerto / Agua, Azucarillos y Aguardiente / Chateau Margaux, (el título de esta zarzuela del murciano Manuel Fernández Caballero hace referencia a un vino francés). En la ópera El Gato Montés la bebida que más se bebe es la manzanilla (un tipo de vino blanco, variante del jerez). Johann Strauss tiene precisamente un vals que se titula: Vino, mujeres y canciones. Hasta Manolo Escobar canta una canción que se titula: Mujeres y vino. Para los que no les gusten el vino también tenemos otras bebidas y otros licores como La polca del barril (de cerveza). Pero si alguien quiere algo más flojillo pues podría conformarse con La vaca lechera. Y es que todos los aspectos de nuestra vida, incluso los que nos puedan parecer menos apropiados, influyen considerablemente en la realización de cualquier obra de arte, ya sea arquitectura, escultura, pintura, literatura... y por supuesto en la música. Pero una cosa es interpretar musicalmente cualquiera de estas obras y otra es interpretarlas bajo los efectos del alcohol, que ya es muy distinto. Se habla mucho últimamente de la memoria de los peces, que solamente dura 3 segundos. Al parecer en los seres humanos no existe mucha diferencia ya que algunos han olvidado la cantidad de veces que hemos tenido que tocar en público, por las calles, dentro y fuera de nuestra localidad, con algún que otro músico que no iba precisamente muy católico. Lo lógico hubiera sido la expulsión, o por lo menos una buena sanción, pero cuando no se tiene lo que se tiene que tener, es decir, músicos, pues tienes que aguantarte con lo que hay y seguir haciendo el ridículo.

Por otra parte podemos sentirnos contentos y orgullosos de que las mujeres estén presentes en todos los ámbitos de la Sociedad y que hoy haya más igualdad entre ambos sexos. Precisamente en la Escuela de Música hay más mujeres estudiando música que hombres. Lo mismo ocurre en la Banda. Yo personalmente tengo muchas más alumnas que alumnos. Pues bien, desde hace unos 25 años llevo escuchando por parte de casi todos los músicos mayores “que las mujeres no valen para la música. Que en cuanto se echan novio se lo dejan...que si luego se casan... etc, etc...” Curiosamente la primera persona que me dijo todos estos disparates fue mi primer maestro. Cómo se reirían en el Conservatorio Superior de Música de Murcia mis profesoras de Solfeo, Armonía, Música de Cámara, Repentización, Transporte y Acompañamiento, Historia de la Cultura y del Arte, Historia de la Música, Estética Musical... Como se reiría Unnur, mi primera Directora de Orquesta. Y como se reiría Teresa, la Maestra con la que hice las prácticas del CAP (Curso de Adaptación Pedagógica). Y como se reirían todas mis compañeras que han pasado por el Conservatorio y por las diferentes orquestas en las que hemos tocado... También recuerdo aquellos primeros años cuando comenzaba a impartir clases en la Escuela Municipal de Música de Bullas. El entusiasmo y la ilusión cuando hablaba de mis alumnos, de sus progresos y de lo orgulloso que estaba de ellos. Y luego llegaban tus propios compañeros, de tu misma edad, algunos incluso más jóvenes, con los mismos razonamientos que las personas mayores... Y cuando comentaba que algún día muchos de ellos podrían tocar con nosotros te respondían: “Aquí no queremos mujeres”. Eso es lo que decían algunos. Pero era lo que más o menos pensaban todos... En una ópera de Verdi titulada Rigoletto, basada a su vez en una novela de Victor Hugo, se canta una canción que es una de las más conocidas en la Historia de la música y que todo el mundo seguro que ha escuchado en alguna ocasión: La donna e mobile: La mujer es voluble como pluma al viento, cambia de palabra y de pensamiento... Pero si las mujeres cambian como lo hace el viento el hombre tampoco se suele quedar muy atrás. Porque cuando se trata de fastidiar a alguien se hace justo donde más le duele a uno... Cuando se trata de fastidiar a alguien podemos ser capaces de hacer justo lo contrario de lo que decíamos ayer... Pero otra cosa muy distinta es que se consiga o no.

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